martes, 19 de enero de 2016
jueves, 26 de noviembre de 2015
7 Alimentos positivos para tu mente.
Cuidemos nuestra mente con pensamientos positivos, así como alimentamos el cuerpo, debemos alimentar la mente, nutrirla con lo mejor, te has preguntado ¿Cómo alimentar tu mente con pensamientos positivos?
1. En primer lugar, es fundamental tener unos hábitos de vida saludables: realizar ejercicio físico, tener una alimentación sana, contar con un buen descanso… Sin embargo, la salud no sólo remite al plano físico sino también, al emocional: cultiva tus relaciones personales, realiza ejercicios de relajación, cultiva tus aficiones…
2. Visualízate a ti mismo alcanzando nuevos retos. La visualización es una de las mejores técnicas de motivación, por tanto, quiérete a ti mismo y no boicotees todo tu potencial.
3. El verano es una época de transición que te conduce hacia el inicio de un nuevo ciclo en el mes de septiembre: ¿Qué metas te gustaría conseguir en el próximo curso? ¿Qué balance haces de los objetivos alcanzados a lo largo de estos meses?
4. El descanso es muy importante para tener pensamiento positivo y una buena calidad de vida.
5. Cuanto más espacio dediques a tus aficiones, más pensamientos positivos tendrás en tu día a día. Realiza actividades que de verdad te hacen sentir bien.
6. Anota cuáles son tus objetivos más importantes a corto plazo y elabora un plan de acción para llegar hacia esas metas.
7. Elabora también un plan de actuación práctico para actuar de forma proactiva en esos momentos en los que te sientas desmotivado.
martes, 27 de octubre de 2015
Las palabras que hieren.
Casi todos, a lo largo de nuestra vida, hemos recibido por parte de alguien, una palabra que nos ha llegado a ofender, como también en alguna ocasión, hemos pronunciado alguna frase que ha podido herir los sentimientos de aquel que nos escucha. Estos casos se nos dan con mucha frecuencia, pero siempre alegamos tener unas razones poderosas para ello, y puede que no nos falte la razón.
Pero, por encima de esa razón que creemos tener, hay un deber moral de comportamiento que nos ha enseñado a ser pacíficos, a controlar nuestras palabras, a demostrar nuestra educación, y sobre todo, escuchar los consejos con los que Dios nos fue alentando, que siempre fueron sabios y buenos, antes que albergar en nuestro interior ese hervidero de pasiones incontroladas, que casi todos, en mayor o menor grado, llevamos.
Cuentan que en una ocasión, durante la vida de Jesús, le presentaron a una mujer a la que habían sorprendido cometiendo adulterio. Este acto era condenado por la sociedad de aquel tiempo con la pena de muerte por lapidación, o sea, a pedradas. A Jesús, que predicaba la no violencia, le pusieron en un gran aprieto. Y el Maestro, infalible, midió sus palabras, alzó la cabeza y con gesto firme, dijo:
“El que esté libre de pecado, que arroje la primera piedra”.
Aquella mujer esperaba, de aquella turba de gente, que pronto la liquidarían. Pero cuál no fue su sorpresa, al levantar sus ojos del suelo. Todos los que la condenaron habían huido. A aquellos le hicieron reconocer sus propios pecados, y nadie se atrevió a tirar la primera piedra.
Es bueno que nos hagan reconocer nuestras propias debilidades. Está comprobado que la Humanidad es víctima de sus propios errores; es una cadena que se enlaza entre sí. Tú me ofendes, yo te ofendo, y así unos y otros somos iguales. Nacen los odios y las rencillas, y ese gusano del mal campea en los corazones, que a la larga, todos llega y todo pasa. Sólo nos queda el remordimiento de lo que hicimos, o la satisfacción de la palabra que no llegamos a pronunciar.
Es de admirar la gente que va por la vida, cuando su comportamiento es noble, sencillo y comprensivo con los demás, cuando se pone en el lugar de aquel, para comprender sus razones, cuando sabe perdonar sus fallos, y le hace reconocer su error, dándole ejemplo de buenos modales, que siempre convencen más que una palabra que ofende.
Pero para llegar a este grado de evolución, hay que luchar consigo mismo, y elevar nuestro pensamiento de este suelo, donde la maldad todo lo contamina y embrutece.
Sólo encontraremos Paz en nuestra alma y tranquilidad en nuestro corazón, cuando logremos controlar nuestra mente y elevemos nuestro pensamiento a las alturas, confiando plenamente en Dios, observando con desprecio las miserias de este mundo, donde todo tiene un final. Sólo podremos llevarnos de aquí, todo lo bueno que pudimos hacer en beneficio de otros. Sólo eso servirá para abrirnos la puerta hacia una vida mejor.
Fuente: Leonor Banderas
miércoles, 7 de octubre de 2015
"El mejor clavel del jardín"
Paseaba un rey un día disfrutando de su precioso jardín. Descubrió preocupado que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. Entonces decidió indagar sobre los motivos.
Preguntó al roble y este le contestó que se moría porque él no podía ser tan alto como los pinos. Sin embargo también encontró alicaído al pino y al preguntarle le dijo, que no podía dar uvas como la vid. Curiosamente la vid se secaba porque no podía florecer como las rosas, y esta a su vez, lloraba por no ser fuerte y sólida como el roble.
Entonces encontró un clavel floreciendo, precioso como nunca. el rey le preguntó:
- ¿Cómo es posible que crezcas tan saludablemente en medio de este jardín tan mustio y deprimido?
El clavel le contestó:
- Quizá sea porque siempre he pensado que, ya que me plantaste, querías claveles. Yo siempre me he dicho “soy un clavel, intentaré ser el mejor clavel que pueda” y aquí estoy, el más hermoso bello y feliz clavel del jardín.
miércoles, 23 de septiembre de 2015
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